Tras dejar las pertenencias en los sacos numerados para la vuelta andamos hacia la playa y sintiendo como empezaba a levantarse algo de viento dan el pistoletazo de salida. Los primeros metros la verdad es que fueron un poco caoticos al menos para un nadador no con mucha experiencia en el mar, llegando a agobierme un poco. Pero tras hacer una para y resetearme encontre mi ritmo y ya la cosa mejoro bastante. Poco a poco me iba comiendo los metros y casi sin darme cuenta paso por el km.2 y fue cuando me di cuenta que esto estaba controlado.
El recuerdo que tengo del estado del mar no es precisamente picado como afirmaban algunos nadadores, es mas tengo un recuerdo bastante lineal y comodo. El hombro derecho el cual arrastro una tendinitis hace ya algunos dias no me molesto gran cosa y eso ayudo a nadar con relativa facilidad. El viento habia movido las boyas que marcaban la linea recta hacia la costa pero gracias a una gran organizacion y al apoyo de las canoas eso no fue mayor problema ya que en todo momento te indicaban el camino mas recto.

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